Después del devastador terremoto e incendio de San Francisco en 1906, el joven asesor inmobiliario Colbert Coldwell vio la necesidad de ofrecer unos servicios inmobiliarios profesionales para ayudar a reconstruir la ciudad. Coldwell desaprobaba las prácticas deshonestas cuando los asesores inmobiliarios adquirían propiedades por su cuenta, a menudo de vendedores poco informados y a precios ridículamente bajos. En 1913, Benjamin Arthur Banker se unió a la firma como vendedor, él y Colbert Coldwell descubrieron que tenían opiniones y éticas similares.

Coldwell y Banker fueron los primeros en la industria en ofrecer garantías a los vendedores y los pioneros en apostar y practicar la declaración del vendedor, incluso antes de que fuera requerida por ley. Con el lanzamiento de coldwellbanker.com, la compañía se convirtió en la primera marca inmobiliaria de Estados Unidos en ofrecer un servicio integral con presencia en Internet. Durante los años posteriores, la empresa ha sido líder en innovación tecnológica del sector, obteniendo premios y reconocimientos por su presencia digital.